Por fin se ha ocultado el sol y hace ya unas cuantas horas que la luna brilla fuertemente en el firmamento. En ese momento ves aparecer por la esquina de la calle el coche del mercenario más cruel y sanguinario. Decides comprobar, antes de entrar, que trae con él la mercancía que tanto tiempo llevas buscando. Era un trabajo desagradable y alguien tenia que hacerlo, pero como no puedes mancharte las manos, decidiste contratarlo para que lo hiciera por ti. Una vez dentro, y tras pagarle por los servicios prestados, recibes un maletín. Al abrirlo descubres tu mayor tesoro: estos vasos de chupito bombas fuera.
Y ahora que por fin has conseguido obtener estos dos vasos tan originales, lo primero que tienes que hacer está clarísimo como el agua. Así que coges el teléfono y mandas un mensaje: “la entrega ha sido completada, nos vemos a las 23.00 en el lugar establecido”. En las horas que te quedan por delante, te dedicas a preparar el encuentro para que todo esté listo. De forma que cuando empiezan a llegar los invitados tienes la casa decorada, llena de comida, con música de fondo y un montón de vasos distribuidos por toda tu casa. Y en la mesa de la habitación central colocas los dos vasos de chupito bombas.
Una vez que empieza la fiesta explicas las reglas. El juego es muy sencillo, la primera pareja que consiga superar todas las pruebas y juegos previstos para la velada, conseguirá probar el fabuloso brebaje que hay dentro de las bombas. Y es que gracias a que han sido fabricados con doble cristal y vidrio en el interior, podrás colocar la bebida que quieras dentro sin preocuparte por lo fuerte que pueda ser.
Estos dos vasos de chupitos, que tienen dentro la silueta de una bomba, han sido diseñados para los amantes de la originalidad, que luchan día a día contra la monotonía y el aburrimiento. Aunque si a ti un vaso de chupito se te queda pequeño, siempre podrás optar por esta petaca gigante.
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