Las varitas siempre han jugado un papel muy importante en cualquier truco de magia, pero después de que J. K. Rowling nos abriera las puertas del mundo mágico, si hemos sido lectores de sus libros o espectadores de las películas de Harry Potter, vemos estos instrumentos mágicos con unos ojos muy distintos. Hoy os presentamos aquí la varita mágica de Harry Potter.
Varita mágica de Harry Potter
Si hay frikazo de Harry Potter, seguro que ya sabe cómo es de especial la varita de Harry. Harry compró su varita con 11 años, acompañado por Hagrid, en su primera visita al Callejón Diagon poco después de enterarse de que era un mago. Fue fabricada por uno de los antecesores de Ollivander, concretamente Garrick Ollivander, en madera de acebo. Mide 28 cm, tiene núcleo de pluma de fénix y es de acebo, y fue descrita por Ollivander en su día como «bonita y flexible». La madera de acebo es una madera que raramente es utilizada para la fabricación de varitas y antes se la consideraba protectora. Se dice que las varitas de acebo tienen una afinidad especial con magos que antes o después emprenden búsquedas espirituales o peligrosas, y también se dice que es muy difícil de combinar con la pluma de fénix debido a que la volatilidad de la madera está reñida con la indiferencia del fénix. Sin embargo, si se consigue fabricar una varita así, nada ni nadie podrá interponerse en el camino de su poseedor. Sin embargo, esta no es la única peculiaridad de la varita de Harry, ya que lo más importante es que dicha varita tiene una hermana gemela que perteneció a Voldemort, la persona que intentó matar a Harry cuando era un niño y fracasó estrepitosamente sin conocerse muy bien el motivo.
Esta réplica de la varita de Harry está fabricada en cerámica y es un poco más larga de lo que es la original, puesto que mide 38 cm. Viene guardada en una caja, también réplica de la original que Harry recibe en Ollivanders, y es un regalo perfecto para cualquier friki de los libros de J. K. Rowling o de las películas.
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