Las sagradas mañanas, esos momentos en los que un zombie amanece en una cama, civilizadamente tumbado y preparado para engullir. Es entonces cuando tu mente encuentra 3 posibles antídotos contra la infección y barajas las posibilidades con tu torpe mente. Primero lavarte la cara, pero el remedio es cutáneo y el antivirus no se absorbe. Luego vuelves a la cama con la necesidad de terminar la conversión pero el dichoso despertador no te deja concentrarte. Así que acudes a la cocina en busca de la vacuna, un buen café. Y como cualquier friki que se precie, ese brebaje que a muchos nos da la vida cuando madrugamos nos lo tomamos en una taza de Angry Birds con relieve.
Tazas Angry Birds
Cuando un muchacho, inocente por saber que eres más bueno que el pan y que no te buscas problemas con nadie, se entromete en tu rutina diaria en busca de burlas y algo de diversión nunca imaginaria que tendrías un arma capaz de matar cochinos de un solo tiro, y llena de café. Cuando el mítico hijo menor de la familia pretende buscar juego a base de humillación, lo único que tienes que hacer es arrojar esta poderosa arma en busca de una posible baja familiar, obviamente temporal (ponle cara de cerdo si necesitas inspiración). Todo esto es aplicable a casi cualquier situación estudiantil o de trabajo. Si os molestan, haced uso de los pollos furiosos capaces de desmembrar mafias que roban huevos de pájaros.
Estas tazas frikis son diferentes a todas las demás ya que ambas tienen por recipiente la forma de dos de los pájaros más usados del juego: el famoso pájaro rojo que lucha por hacer algo útil, y el eficaz pájaro bomba cuyo uso puede incluso ayudarte a pasarte una pantalla con una sola unidad. Vosotros elegís el pájaro que mejor os represente, y recordad que estas tazas Angry Birds no conservan las propiedades reales del juego. Eso significa que el pájaro negro no explota. Bueno, el rojo puede que sea exactamente igual… Pero cuidado que en Curiosite, una vez usados no desaparecen sino que se rompen con el contacto violento contra el suelo.
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