Los más viejunos que nos sigan, cuando vean esto, seguramente sentirán una nostalgia sin precedentes (quedáis avisados). Después de tanto tiempo y ver que aún sigue entre nosotros de una forma u otra, nos llena de alegría y satisfacción, sobre todo por el hecho de que podréis enseñarlo a estas nuevas generaciones que no entienden de otra cosa que de tener las cosas fáciles. Qué tiempos aquellos donde no teníamos Internet y para pasarnos un juego necesitábamos mucha habilidad y exprimirnos la sesera a tope. Todo esto empezó con la ZX Spectrum y a la que queremos homenajear con esta taza Sinclair ZX Spectrum.
Taza Sinclair ZX Spectrum
Los más peques seguramente no habrán oído hablar de este aparato en su vida, pero os podemos decir que todos los afortunados que tuvimos una podíamos hacer de todo: desde redactar artículos con insultos y pedos e imprimirlas hasta jugar a juegos con gráficos dudables pero divertidos.
Fue uno de los primeros ordenadores compactos y domésticos que salió al mercado de la mano de una empresa británica. Tenía funciones de ordenador y videoconsola de las primeras generaciones que fue avanzando desde los 8 bits hasta los 128. Evidentemente, eran máquinas muy limitadas pero han causado tanto furor que muchos siguen usando sus juegos en formato de cassete con emuladores para disfrutar de esas plataformas indescifrables y dignas de culto.
Además de recordar ese indescriptible sonido de carga cuando metíamos un juego, qué menos que dar a conocer esta maravillosa máquina de la informática primigenia a jóvenes de ahora, que vean cómo eran los juegos y que si eran capaces, que se terminen un juego en menos de un día y sin poder guardar. Si vosotros sois de los que crecisteis con esto en casa, pillaros una taza Sinclair ZX Spectrum y a recordar los viejos tiempos cada vez que desayunéis.
