Hay películas que nos marcan, y aun más si las hemos visto desde que éramos pequeños. Para mí, una de estas sagas ha sido la de Indiana Jones. De pequeña me solía imaginar a mí misma con el sombrero y el látigo, dando caza a nazis malvados y rescatando importantes reliquias arqueológicas. Hoy día aquella ilusión queda ya muy lejana, pero aun tengo la oportunidad de conseguir algo del universo Indiana Jones: el sorbete de sesos de mono.

Sorbete de sesos de mono

Sorbete de sesos de mono

Está réplica sale de la famosa escena de la segunda película, El Templo Maldito, donde en el palacio Pankot, después de la cena, se sirve el típico postre «sorbete de sesos de mono». Un postre que entre la gente local causa auténtico furor pero no muy apreciado para algunos de los forasteros. Si eres un verdadero friki de Indiana Jones, de esos que de pequeño al igual que yo soñaba con vivir aventuras parecidas a las suyas y conseguir chicas guapas, seguramente te encantará este recipiente que imita la cabeza de mono cortada en la que se servía aquel manjar de la cocina india. Los sesos de mono, por desgracia, no vienen incluidos con el regalo. Pero no te preocupes, que seguro que Arguiñano tiene la receta en su página web. Tendrás que tener cuidado con el bol, porque no se puede meter ni en el microondas ni en el lavavajillas. Pero sirviendo esto durante el postre causarás un gran revuelo, tanto para bien o para mal: a algunos les encantará y otros de mirarán fatal.

Y si te gusta el bol de sorbete de sesos de mono por tu afición a Indiana Jones pero no te hace ni pizca de gracia tomarte las natillas o el mus de chocolate en él, siempre puedes usarlo como recipiente para cualquier otra cosa o como lapicero. Aunque si lo que coleccionas son réplicas, tal vez te interese más la réplica del contrato de El Hobbit.


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