A veces los frikis cuando jugamos somos un poco bestias, pero no en el sentido de hacer burradas, sino de juegos más o menos físicos que mezclan conceptos frikis con cosas que nos llenan de orgullo y satisfacción. Aquellos que hayan compartido campo de Airsoft sabrán que es un deporte muy completo en el que importa todo, incluido la puntería. Aquellos que no puedan permitirse todo un equipo completo y esa gran cantidad de bolas que hay que usar, tienen como alternativa las pistolas de Shock, juego en el que el más rápido será el que menos calambrazos se lleva.
Aquellos que hemos probado este tipo de deportes sabrán que con tanta equipación encima, a no ser que demos en parte blanda, no nos damos cuenta del bolazo que recibimos. Cuando sabemos que nos da, al menos yo, soy honesto y levanto la mano, aunque no haya notado el picor que deja. Sin embargo, todos conocemos al típico inmortal que atraviesa los campos recibiendo bolazos, los ves como dan saltos cuando apuntamos a zonas blancas y tienen la poca vergüenza de decir que no han recibido el tiro. Para ellos, tangados y mentirosos que no sabéis perder y echar un rato agradable entre colegas, os dedico este regalo friki.
Para poder jugar, primero hay que encender las pistolas. El juego consiste en tirar a dar en la pistola del enemigo gracias a sus infrarrojos LED. Cada vez que alguno acierte, el otro jugador recibirá una leve descarga molesta, suficiente para que la otra persona se dé cuenta del hecho. Al perder 3 vidas, tendremos que pulsar el botón reset y volveremos a empezar. Tranquis que como medida de seguridad, cada pistola trae un agarre para la muñeca, por si nos sobresaltamos al recibir la descarga. Aquellos que prefieran otros juegos eléctricos menos físicos, siempre os quedará el juego del electroshock, sino, los juegos de mesa, que no duelen tanto.
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