Hace años, mucha gente prefería llevar su propio alcohol en una petaca a beber del que se les ofrecía o se vendía en los comercios. ¿Por qué? Porque vivían con el miedo de que alguien envenenara sus bebidas. Hoy en día ya no pasa eso, pero sigue siendo de lo más molón y misterioso llevar una petaca en el bolsillo y beber de ella sin que nadie sepa su contenido. Ahora, para las chicas frikis, llega la petaca pintalabios.
Podéis pensar que la gente que hacía eso hace años, estaba un poco paranoica. Y ciertamente, un gran porcentaje de quizá lo estuviera realmente, pero la muerte por envenenamiento era un método sutil hace un siglo. Y bastante utilizado. A día de hoy, quien lleva petaca o bien quiere destacar por su originalidad o, por otro lado, pasa de consumir alcohol chungo de garrafón (si su economía no le da para unas buenas copas en condiciones) y se contenta de echarse al gaznate un trago de su propio alcohol cada x minutos. Sin embargo, las petacas siempre han sido algo muy propio de los hombres y sus diseños suelen ser, por regla general, bastante masculinos. Si eres una chica y quieres llevar petaca pero más buscando algo que se aleje del diseño básico de siempre, la petaca pintalabios es ideal para ti. Puedes llevarla cómodamente en el bolso y tiene una capacidad de 125 ml para llenar con lo que más te guste beber (y ojo, que no tiene porqué ser a la fuerza una bebida alcohólica).
Incluye un pequeño embudo para rellenar la petaca más fácilmente, y has de tener en cuenta que sólo hay que lavarla con agua jabonosa y sin frotar. Tampoco puedes meterla en el lavavajillas, ni en el horno, el microondas, la nevera o el congelador. Y si lo que quieres es una petaca que de mucho de sí y de la que puedas beber hasta hartarte, échale un ojo a la petaca gigante.
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