¿Cuántas veces hemos escuchado que el deporte es salud? Si alguna vez os habéis puesto a hacer deporte habréis descubierto la sabiduría que encierran estas palabras. Después de hacer ejercicio, nuestro cuerpo nos duele, nos salen agujetas y lo notamos mucho más torpe. Pero tras un par de semanas, descubrimos que los dolores y todos los problemas desaparecen, que podemos hacer más cosas al día y seguir con fuerzas, ademas de que se nos pone un cuerpazo de escándalo que tenemos que compartir con el resto del mundo. Por eso, cuando llegamos a casa nos quitamos los abrigos, los colgamos en el colgador futbolín y nos quedamos con ropa ajustada que marque bien nuestros abdominales.

 

Colgador con forma de banda de futbolín

Colgador con forma de banda de futbolín

Existen infinidad de deportes entre los que poder elegir. Algunos los preferís para verlos desde la comodidad de vuestro sofá como es el caso del fútbol, del baloncesto, la fórmula 1… Pero otros son mejores para pasar el rato practicándolos entre amigos, y si es en un bar con una cervecita en la mano, casi que mejor. Un claro ejemplo puede ser el futbolín, no importa cuántas bolas tengáis para jugar ya que siempre os faltarán más. Y cuando vayáis perdiendo, rezaréis al dios de los deportes recreativos para no quedar con una puntuación igual a cero y tener que pasar por debajo.

Seguro que alguna vez habréis deseado poder arrancar una de las filas de jugadores y llevárosla a vuestra casa para colgarla encima de la chimenea como si fuese el mejor premio. Pues ahora podréis obtener el mismo resultado, pero sin tener que delinquir, eliminando las posibles multas y el destrozo público (aunque esto sólo lo sabréis vosotros). Además podréis elegir entre los colores rojo o azul.

Pero cuidado porque como mucho soportará un peso de 5 kilogramos. Así que cuando penséis que está llegando al límite, coged la báscula para equipajes y comprobad que nuestros abrigos tienen el peso perfecto, y si no, pues a ponerlos a dieta.


Share