Los hemos visto en todas las situaciones que el ser humano puede estar, incluido enfermos. Se deben a una causa noble y a la par turística. Son parte del patrimonio de su tierra y todo un símbolo de disciplina. Por otro lado son objeto de muchas bromas que refuerzan su actitud y son dignos de admiración. Ahora les toca funcionar como memorias con patas, pero esta vez inertes y a los cuales no les hace falta más que cuidar con mimo si no queremos perder datos. Hablo de la guardia real inglesa USB. No anda mientras lo tengamos enchufado.

Pendrive English Guard

Pendrive English Guard

Hay muchos vídeos de ellos en la red formando filas, haciendo el cambio de guardia y muchas más cosas. Por un lado no pasan mucho calor ya que el clima de allí es más fresco que el de aquí, así que no sufráis si veis que el sol esta fuera. Hay que estar allí en persona para darse cuenta que la lluvia es el pan de cada día y no es raro ver a la gente durante todo el año con alguna prenda de manga larga. Ellos son felices con sus atuendos y sus marchas, así que no creáis que son infelices. Me dan pena cuando están enfermos y tienen que estar allí al pie del cañón, pero eso mismo dice mucho de ellos. Un hurra por ellos.

Esta memoria USB English Guard es un pendrive pequeño que tiene la capacidad de almacenar hasta 8 Gb de memoria, una cantidad nada despreciable para un pen tan mono como este. Si no os convence su diseño, tenemos muchas más memorias USB con diferentes formas, pequeños y cabezones que os harán reír, a mí al menos me provocan «dorabilidad», y encima con utilidad. ¿Se puede pedir más en esta vida? Sé que sí, pero cada uno dirá una cosa diferente.


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