¿Te has estreñido? ¿No puedes siquiera seguir las bromas de tu primo tirándose eructos o pedos de mentira? Supongo que será la mayor frustración de tu vida al no poder, por primera vez, echar flatulencias a placer. Y mira que lo intentas evitar entre clase y clase pero en el momento más propicio para hacerlo, simplemente no te salen. Si eso no te ha llevado hasta aquí probablemente hayan sido tus ansias de broma y pasártelo bien a causa de la vergüenza ajena. Por eso, si quieres echarte unas risas y tu cuerpo no colabora puedes usar la máquina de pedos.
Máquina de pedos
Con este mítico gadget podrás olvidarte de intentar (porque una cosa es pretender hacerlo y otra conseguirlo) hacer extraños sonidos con las axilas y pasar directamente a la acción dándole solo a un modesto botón que se encargará de que te sincronices con una de las mayores diversiones de una vida friki. Será tu mejor amigo para hacer bromas. El trabajo, las visitas o las clases en la escuela no serán lo mismo.
Habrá profesores pedorros cada vez que se enfaden, conserjes pedorras cada vez que te cobren por un folio en blanco, primos pedorros cuando no te dejen jugar a la PlayStation y te quiten el mando por la cara, jefes pedorros que acabarán despidiéndote (pero ¿qué importa? Te has divertido). Chicos pelmazo que vayan a visitarte cada fin de semana más pedorros que nunca… En fin, tu mundo será algo más divertido y tu amor por el humor absurdo más latente que nunca.Y si te mola más el hecho de cambiarte la voz para hacer cualquier broma, siempre puedes pillarte un distorsionador de voz.
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