Cuando nos levantamos y descubrimos al sol saludándonos desde nuestra ventana comenzamos el día con una energía abrasadora. Lo que esta gran esfera nos proporciona es esencial para la vida… Lo malo es que todo lo bueno tiene que acabar en algún momento, y en este caso es cuando la luna aparece en el cielo y manda al sol a dormir. Esto nos dice que tenemos que llegar a casa para descansar un rato, encender la lámpara ADN, cenar, disfrutar de una gran película e irnos a la cama.
Lámpara con forma de código genético
El ADN es un código en el que esta almacenada toda la información disponible sobre cómo somos. Por culpa suya no tenéis los ojos azules, ni sois pelirrojos, ni medís tanto como os gustaría. No podéis hacer nada por evitarlo, así que lo mejor es disfrutar de vuestros códigos genéticos y de sentirnos orgullosos de las milimétricas cadenas de nucleótidos que hay en nuestro interior.
Hay dos modelos distintos, por un lado tenéis la lámpara de pie con soporte y por otro lado tenéis la lámpara colgante. Esta lampara, está formada por luces rojas y luces azules unidas entre sí representando la estructura del ADN. Además va girando gracias a un pequeño motor que incluye.
Seguro que muchas veces sentados tranquilamente en vuestro sofá os habéis acordado de algo súper importante y habéis sentido la necesidad de apuntarlo urgentemente para no olvidarlo. Pues ahora a la luz de la lámpara ADN no os destrozaréis la vista mientras escribís por las noches en vuestro cojín para notas.
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