Hoy en día existen infinidad de juegos en los que os convertiréis en magnates del mundo inmobiliario como es el Monopoly, o en criaturas con habilidades súper naturales como en los hombres lobo de Castronegro. Lo importante de los juegos es que podéis dejar a un lado vuestras vidas para llegar a ser cualquier otra cosa. Además, no importa en que os transforméis ya que lo importante es que lo disfrutéis. Ya que podréis acabar siendo un pequeño granjero que siembra sus campos con judías y negocia con los demás granjeros de la zona como ocurre en Bonanza.

Juego de mesa, Bonanza

Juego de mesa, Bonanza

En este juego de mesa, vuestra habilidad principal será la labia que tengáis, ya que tendréis que convencer al resto de jugadores de que os intercambien las judías que no os sirven de nada por las que os van a dar la victoria. En un principio tendréis solo dos campos donde sembrar, pero en cuanto consigáis tres monedas de oro el tercer campo se os desbloqueará y podréis comprarlo. Lo difícil del juego, es que solo podréis plantar un tipo de judía en cada campo, pero en la baraja os aparecerán más de 10 tipos diferentes.

El juego consiste en ir plantando el número necesario del mismo tipo de judía para después obtener oro al venderlas, mientras os deshacéis de las que no os interesan intercambiando, negociando o regalándolas. En un juego muy sencillo y divertido. Pero tened cuidado porque en los negocios no existen la amistad ni el amor, así que es muy probable que después de echar una partida con vuestra pareja tengáis que invitarla a cenar fuera para que os perdone o se desenfade.

Pero lo mejor del juego son el diseño de las judías ya que las hay de muchos tipos y muy divertidas. Encontraréis judías coloradas, apestosas, cultivadoras, hippies e incluso boxeadoras, lo que os recordará vuestras manoplas de Rocky.


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