Os habrá sonado raro el nombre del artículo… ¿verdad? Os estaréis preguntando… ¿qué tiene Heidi que ver con los productos antiestrés? O… ¿se referirá a la Heidi de nuestra infancia, la que vivía en los Alpes con el Abuelito? ¡Pues sí, la misma que viste y calza! Y su relación con el estrés es muy sencilla, porque ahora Heidi llega a tus manos en forma de muñeco para ayudarte a relajarte: la Heidi antiestrés.
Hay muchas personas partidarias de los grandes clásicos en cuestión de música, de cine, de literatura… y por supuesto también de dibujos animados. Y Heidi desde luego lo es. Cuando yo era pequeña y la veía en la tele al desayunar, mi padre se sentaba a mi lado a verla conmigo antes de irse al trabajo. Incluso se sabía la canción mejor que yo. Y es que Heidi era una serie entrañable que enseñaba a los niños muchas lecciones importantes. Ahora que ya hemos crecido y tenemos una vida ocupada, Heidi nos ayuda en otro ámbito diferente. La rutina de un adulto conlleva muchas responsabilidades: tenemos que estudiar o trabajar y entre los encargos, los deberes y el hacer doméstico nos queda muy poco tiempo libre para nosotros mismos. Eso, al final, desencadena en un estrés del que nos cuesta liberarnos, pero como solución al problema lo único que tenemos que hacer es coger a Heidi y estrujarla hasta que nos sintamos un poco mejor. Al fin y al cabo, ella no tiene estrés alguno. En la montaña, disfrutando de la naturaleza, las cabras, Pedro y el Abuelito… Heidi es una niña feliz sin preocupaciones y también un muñeco antiestrés.
Sin embargo, la Heidi antiestrés no es todopoderosa y no lo cura todo, así que si alguna vez necesitas algo más para esos momentos de relax y les quieres añadir un toque más íntimo, las luces spa para el baño son una buena alternativa. ¡Recuerda que la vida son dos días y disfruta!
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