A la hora de comer, lo que da más pereza no es hacer la comida. Aunque reconocemos que es un proceso difícil de realizar en algunos casos. Colocar el mantel, los platos y demás accesorios es fácil de hacer, porque el hambre nos motiva a ello. Sin embargo, el problema viene una vez que hemos acabado con el último bocado de nuestro plato. El sueño nos ataca de pronto, sin ni siquiera un mail de aviso. Y aún nos queda quitar las cosas de la mesa, y lo peor de todo: limpiar los trocitos de pan y demás porquerías del mantel. U otra opción es dejar que esto último, lo haga el elefante recoge migas de mesa.
A partir de ahora cuando vayáis a partir el pan, no tendréis tanto cuidado de hacerlo encima de vuestros platos para que no se manche la mesa. Tampoco tendréis que asomar la cabeza por la ventana y mirar de un lado para otro, por si hay algún vecino chismoso que os pueda regañar por tirar las migas de pan a la calle. Y olvidaros, de intentar sacudir el mantel encima de la papelera, y después barrer a su alrededor. Ahora, el momento pos-comida va a ser mucho más cómodo.
El proceso es muy sencillo, primero tenéis de quitar todo lo que haya encima de la mesa: platos, cubiertos, vasos, servilletas, sesos de mono, etc. Después sólo tendréis que colocar el elefante encima y darle al botón de ON, y él solito se paseará por la mesa recogiendo hasta el último trozo de comida que halla, ya que tiene una gran potencia. Cuando ya esté todo limpito, sólo tendréis que limpiar el filtro que hay en su cabeza y estará listo para volver a empezar.
Por fin podréis jugar a la hora de comer, con el salero y el pimentero con ruedas, pasándooslos de unos a otros a lo largo de toda la mesa. Sabiendo que cuando terminéis el elefante será el que se encargue de recoger los granitos que se hayan podido caer.
Comprar en…
Regalos007