Para saber/poder cocinar no basta con tener cierta destreza en el arte culinario, sino también unos ingredientes así como unas herramientas que te permitan llevar a cabo tu importante misión, ya que de poco te va a servir estar al nivel del Arguiñano si tienes la nevera y la despensa vacías o si no tienes los utensilios necesarios. Ahora se terminó ese problema con la aparición de los Cooking blocks.

Cooking blocks

Cooking blocks

Estos utensilios de cocina están compuestos por varios repartidores y una rasera además de un cómodo sistema de sujeción para ponerlos en su sitio con facilidad. Si en la sala hay algún friki de lo retro o algún otro friki que de pequeño se lo pasó bomba con aquellos juegos de construcción con bloques, como por ejemplo LEGO, seguro que disfrutará doblemente de los cooking blocks. Tenerlos en casa es una bonita forma de recordar tus días felices de la infancia (en los que sólo te preocupaba cuántas horas al día podías pasarte jugando y si acaso hacer los deberes) jugando con el mítico Lego al mismo tiempo que consigues unas herramientas tan útiles como divertidas y originales y que además pueden ser colocadas de forma rápida y sencilla. Ahora sólo te queda aprender un poquito más de cocina (fácil si cuentas con la ayuda del kit «Recetas de supervivencia») y esforzarte porque tus platos salgan ricos no, riquísimos.

El comer es un placer y aunque el cocinar no lo es para muchos, es necesario tener ciertas nociones básicas para no morirse de hambre si te ves solo en un momento dado y sin dinero para pedir comida fuera. Los cooking blocks, por parecer juguetes de LEGO y ser sencillos de usar, pueden animar a más de un remolón que no tiene ganas de empezar a meterle mano a la cocina, o pueden resultar atractivos para los adolescentes que quieran ponerse ya manos a la obra.


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