Muchos son los frikis artistas que se tiran los veranos enteros haciendo figuras a pie de playa para que la gente admire su arte. Otros son más cómodones y lo hacen con LEGO y se montan sus exposiciones en museos privados. Pero estos son especiales porque son capaces de modelar a su antojo, aunque sus obras son admiradas durante poco tiempo al año. Si sois de esos que de chico jugaban con la arena mojada o sois artistas que echan de menos marcharse las manos, os damos la oportunidad de probar la arena sintética para pasar los ratos libres en casa o para los mini-frikis de la casa.

Arena de playa artificial

Arena de playa artificial

Dicho así, a bote pronto no inspira nada. Una arena sintética… me parece bien. El caso es que hasta que no se ve en acción uno no se da cuenta de lo potente que es esta herramienta. Partamos de la base de que es artificial; significa que ha sido creado por el hombre recreando algo natural que ya existe. Como tal, ha sido diseñado a gusto del consumidor, por tanto se eliminan todas las cosas malas que la playa tiene para hacerlo más viable para un hogar.

Analizando lo dicho anteriormente, por lógica podemos deducir que no mancha. Y exactamente, eso es lo que le pasa, que no mancha nada. Se trata de una especie de material que es capaz de emular el comportamiento de la arena de playa. Como otras ventajas, no se desparrama como pequeños cristales, sino que se queda apelmazado conservando la plasticidad y, algo que también es importante, la unidad. A no ser que tiremos para separarlo adrede, no se suelta fácilmente.

Creo que con esto queda claro que este invento es muy interesante para los pequeños escultores que tenemos en casa y que adoran las horas al sol jugando con el cubo y la pala… y para no tan pequeños, porque yo quiero uno. De paso lo acompañaré con el casco de Batman. Ya que nos ponemos…


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