Durante largos años de sabiduría siestera he podido comprobar con mis propios huesos y comodidad que un verdadero cojín es esencial, a parte de la comodidad del sofá. No puedes simplemente intentar dormirte cuando lo que estás usando como almohada tiene bordados, floripondios y descolorido por todos lados o está más duro que una piedra. Incluso su originalidad nos afecta a la cabeza… Por eso, para un mejor sueño y descanso, traemos la almohada de pizza.

Almohada de Pizza

Almohada de Pizza

Nos pueden llamar pobres, nos pueden llamar poca clase, o incluso cerdos, pero nadie puede negar que la pizza siempre ha sido y será el manjar que todos deseamos un domingo por la noche cuando ya no hay ganas de cocinar detrás de una complicada semana. La alegría era inmensa cuando, de pequeños, al sobrar pizza para el día siguiente, podíamos tomar un trozo para desayunar (sí, leche con pizza) o incluso para llevarnos algo al colegio, liado entre papel de plata o bien en un Tupperware o bento con forma de panda. Los niños que llevaban Tupperware acababan sufriendo bullying, pero de eso no nos tenemos que sentir culpables porque la verdadera esencia de ese trozo de pizza residía en su envoltorio plateado.
Como iba diciendo, el comer o cenar pizza se convertía en un ritual, en una alegría para la casa y una espera insufrible alimentada por los anuncios de la abuela de Casa Tarradellas que siempre traía una masa crujiente, un queso derretido y un jamón york tostadito por encima. Reconocedlo, los niños del anuncio siempre daban envidia, y por supuesto nos obligaban a preguntar «¿Por qué mi abuela no tiene pizza en el congelador?».

Bastante tenía ya la pobre abuela con aguantarnos… Pero yendo al grano y hacia este producto de muchos de nuestros artículo de cojines, ahora no te tendrás por qué sentir de ningún modo porque tendrás el poder de presumirle a todos tus amigos que tienes una pedazo de almohada de pizza sin trozos de piña, anchoa o cualquier ingrediente que NO me gusta.


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