El ajedrez es un juego de estrategia en el que prima el intelecto. Hay que pensar y estar atento en todo momento a tus movimientos y a los del tu rival y se ha desarrollar una visión analítica que permita elaborar el mejor plan de ataque sin descuidar tu defensa. A algunos les parece aburridos, pero otros son grandes frikazos de este deporte mental y viven cada partida como una auténtica batalla campal. Y para aquellos a los que además les gustan las maquetas y los trabajos manuales, llega el ajedrez de cartón.
Ajedrez de cartón
Una de las cosas que siempre me ha llamado la atención del ajedrez es la gran variedad de piezas que tiene. No me refiero a los roles del juego (es decir al peón, la torre, la reina, el alfil…), sino a las múltiples estéticas que se le aplican. Fichas de madera, de cristal, de mármol, de plástico, fichas temáticas que representan algunas civilizaciones, conmemorativas… Las fichas de este ajedrez de cartón no son una obra de artesanía compleja y difícil, pero estarán hechas por ti mismo. El montar cada una de ellas mantendrá entretenido a cualquiera, dará trabajo a los dedos para que además de ejercitar tu cerebro jugando dotes de habilidad a tus manos. Y aunque el cartón no tiene fama de ser el material más duradero del mundo, si lo haces bien y cuidas las fichas como es debido te durarán hasta el día del juicio final. Siéntate a la mesa, disfruta de tu chocolate picante como buen friki que eres y a ganar batallas como si no hubiera un mañana.
Hazte ya con este juego-manualidad con el podrá entretenerse toda la familia y ten en casa tu ajedrez personal de aspecto minimalista para pegarle palizas mentales impresionantes a cualquiera que se atreva a retarte. Recuerda que hasta el más insignificante peón puede decidir una victoria o una derrota, ¡y no los inmoles indiscriminadamente!
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